Estrés crónico: Cómo proteger la salud auditiva

El estrés se ha instalado en la sociedad e incluso se ha convertido en un componente cotidiano de nuestro estilo de vida.  Como consecuencia, puede verse afectada nuestra salud, incluso la auditiva 

Estrés, epidemia del siglo XXI

Se considera al estrés como la enfermedad del siglo XXI debido al modo de vida perturbado que se lleva en las distintas ciudades del mundo, sobre todo en las grandes urbes. Las relaciones interpersonales problemáticas, las exigencias en el trabajo, la mala situación económica, la salud deficiente y la premura con que se busca arribar a  resultados, son eventos o condiciones que pueden desencadenarlo. 

Pero ¿qué es el estrés? La OMS (Organización Mundial de la Salud) lo define como un conjunto de reacciones fisiológicas que prepara al organismo para la acción, situación que se desencadena ante un estímulo que es percibido nocivo. Cierta cantidad de estrés es necesario para responder de modo adecuado a los retos de la vida diaria, enfrentando los problemas con empuje y energía, como es el caso de la preocupación ante un examen que lleva a dedicar más tiempo al estudio. El problema comienza cuando el estrés se prolonga o intensifica en el tiempo y afecta la salud, el desempeño académico, las relaciones interpersonales y/o el rendimiento profesional, con efectos que pueden ser demoledores, por ejemplo, cuando fallece un familiar o amigo, se tiene un matrimonio infeliz o sobreviene una enfermedad.

Entre los factores desencadenantes de estrés pueden mencionarse tanto estímulos externos como internos. La prestigiosa Clínica Mayo explica que:

Factores estresantes externos: son los eventos o situaciones que suceden. Se pueden citar los cambios importantes en nuestra vida (positivos o negativos), los sucesos del entorno, los eventos imprevistos y los hechos traumáticos.

Factores estresantes internos: son los sentimientos y pensamientos negativos que aparecen en nuestra mente y nos provocan malestar, entre otros: los miedos, la enfermedad, el dolor, la incertidumbre, la falta de control y las creencias.

¿Cuáles son los indicadores más comunes de estrés?

Las señales de estrés pueden ser tanto físicas como emocionales, y es posible que varíen en función del organismo y la personalidad de cada persona. De modo no específico, puede aparecer: sequedad en la boca, caída del cabello, dificultad para dormir o exceso de sueño, cansancio, tensión muscular, falta de aire, palpitaciones, temblor de piernas, irritación, impaciencia, diarrea o constipación, mala memoria, bruxismo, problemas sexuales, etc. 

¿Estrés agudo o crónico?

Hay dos tipos principales de estrés que tienen efectos diferentes sobre el organismo:

Estrés agudo: es el inmediato, que se produce básicamente como reacción a una situación exigente o amenazante. Algunos ejemplos: una entrevista de trabajo, pelear con la pareja o recibir una multa por exceso de velocidad. Dado al escaso tiempo que dura se maneja fácilmente y no suele afectar la calidad de vida ni causar problemas importantes en la salud. Puede manifestarse con palpitaciones sobreexcitación, sudor de manos y pies, ligera ansiedad y manos fríos, 

Estrés crónico: es el que dura por un período de tiempo prolongado (semanas, meses e incluso años) y produce un desgaste físico y emocional continuo en la persona que lo sufre, como ocurre al tener dificultades económicas, un matrimonio infeliz o problemas en el trabajo. Al mantenerse el cuerpo en estado de alerta incluso cuando no hay peligro, con el tiempo pueden sobrevenir diversos problemas de salud, tanto físicos como emocionales. 

¿Cómo impacta el estrés crónico sobre la salud?

El estrés afecta directamente a la salud, facilitando la aparición de ciertas dolencias o acelerando el progreso de una enfermedad ya crónica. Muchos estudios demostraron que debilita el sistema inmunológico del organismo provocando múltiples patologías entre las que destacan: hipertensión arterial, insuficiencia cardiaca, diabetes tipo 2, depresión o ansiedad, obesidad, problemas en la piel) y otras. 

¿Es posible que el estrés crónico afecte la audición?

Las células ciliadas del oído interno dependen de un flujo constante de sangre para recibir oxígeno y otras nutrientes.  El estrés altera la circulación sanguínea en todo el cuerpo y la sobreproducción de adrenalina reduce el flujo sanguíneo a los oídos, lo que daña o a veces destruye a las células ciliadas, sobreviniendo una deficiencia auditiva neurosensorial. Incluso es posible una pérdida de audición súbita, que se presenta de golpe o va perdiéndose gradualmente en menos de 72 horas, al colapsar los vasos sanguíneos que irrigan al oído.

El zumbido en el oído, también conocido como tinnitusacúfeno, también puede detonarse a causa del estrés. En un estudio realizado por B. Mazurek, A. Szczepek y S. Herbert publicado en la Revista “HNO” de abril del 2015, el 53,6% de las personas con acúfenos refirió que estos habían aparecido durante un período estresante de su vida y el 52,8% declaró que habían aumentado la intensidad durante dichos períodos.

¿Cómo combatir el estrés?

Algunas maneras saludables de aliviar el estrés y reducir sus efectos perjudiciales incluye cambios relacionados con el estilo de vida, como llevar una dieta equilibrada, estar físicamente activo, practicar meditación y actividades relajantes como el yoga, abandonar vicios y descansar bien. También replantearse los pensamientos y sentimientos negativos, además de asumir una visión y actitud más positiva. 

El Departamento de Salud Mental y Uso de Sustancias de la OMS en abril 2020 publicó una guía ilustrada titulada “En tiempos de estrés, haz lo que importa”, documento que, en base a datos científicos disponibles, ofrece información y habilidades prácticas para ayudar a las personas a lidiar con el estrés. Se puede acceder al mismo en sh-2020-spa-3-web.pdf

Si los síntomas de estrés se vuelven más asiduos, se intensifican o se suman otras manifestaciones, consultar con un profesional especialista en salud mental a efectos de encarar una psicoterapia y/o un tratamiento farmacológico.

El estrés puede suponer graves problemas a futuro si no se combate adecuadamente. Identifique y entienda las fuentes de su estrés y aprenda herramientas prácticas para afrontarlo. 

Fuentes

MedlinePlus: “El estrés y su salud”. Ultima revisión 5/10/2020

Mayo Clinic: “Control del estrés”. April 2022

Revista CON-CIENCIA (Publicación de la Facultad de Ciencias Farmacéuticas y Bioquímicas, Universidad Mayor de San Andrés, Bolivia): “El estrés un problema de salud del mundo actual”. Autora: Ávila, Jaqueline. Vol.2, nº 1, La Paz, 2014

Healthy Hearing: “How high stress can lead to hearing los”. Contributed by Debbie Clason. Last updated Sep.29, 2020

Hearing Consultants: “A Link Between Stress and Hearing Loss”. May 20, 2019 

BMC Public Health: “Stress and prevalence of hearing problems in the Swedish working population”. Authors: Dan HassonTöres TheorellMartin Benka WallénConstanze Leineweber & Barbara Canlon. Vol., Article number: 130 (2011). DOI: https://doi.org/10.1186/1471-2458-11-130

Organización Mundial de la Salud: “En tiempos de estrés, haz lo que importa: Una guía ilustrada”. 2020