Un problema habitual que sufren algunas personas que viajan en avión es que cuando la aeronave asciende o desciende, sus oídos se tapan y hasta pueden doler. ¿A qué se debe este incómodo efecto secundario de volar? ¿Se puede evitar?
Los viajes en avión pueden ocasionar molestias en los oídos
Viajar es una experiencia muy gratificante que permite escapar de la rutina diaria, vivir el momento, aliviar el estrés y renovar energías. Pero, para algunas personas el viaje aéreo no es lo mejor, ya que cuando el avión despega y/o aterriza sufren molestias en los oídos, que pueden ir desde una simple sensación de taponamiento hasta un dolor intenso. Los síntomas suelen ser breves, si bien en ocasiones se prolongan por algún tiempo. Por lo general son peores si se está resfriado.
¿Qué causa los problemas de oídos?
Los problemas se originan cuando se produce una importante diferencia en la presión del aire en cada lado del tímpano. Se sabe que la Trompa de Eustaquio, (conducto estrecho que conecta el oído medio con la faringe) ayuda a mantener la presión del aire equilibrada a ambos lados del tímpano. Cuando trabaja normalmente permanece cerrada la mayoría del tiempo y se abre solamente en ocasiones para permitir el paso del aire y la equiparación (ecualización) de presiones entre el oído medio y el exterior.
Cuando el avión despega o aterriza, la presión del aire cambia rápidamente y por alguna circunstancia, ya sea por condiciones anatómicas, ambientales u obstrucciones, la Trompa de Eustaquio no puede reaccionar lo suficientemente rápido y le resulta imposible ecualizar las presiones, lo que causa los síntomas antes mencionados.
¿Qué hacer para reducir las molestias?
Hay varios métodos para minimizar los efectos indeseados del viaje en avión. Su objetivo es equipar la presión del aire del oído medio con la de la cabina, introduciendo la mayor cantidad de aire posible a través de la trompa de Eustaquio. La ecualización de presiones durante el descenso del avión es mucho más difícil de lograr que durante el despegue.
Se recomienda:
Tragar con frecuencia. El acto de tragar activa los músculos que abren la trompa de Eustaquio. Masticar chicle, beber o chupar un caramelo duro durante el despegue y el aterrizaje estimula la deglución frecuente y ayuda a igualar la presión del aire.
Provocar el bostezo. Abrir la mandíbula repetidamente activa los músculos que abren la trompa de Eustaquio. Durante el ascenso y descenso del avión, hacerlo cada pocos minutos hasta sentir alivio.
Evitar dormir durante el despegue y el aterrizaje. El mecanismo de deglución se ralentiza durante el sueño, ya que no se bosteza, traga ni mastica, y no es posible equiparar las presiones.
Usar un spray nasal descongestivo. Muchos especialistas aconsejan su uso antes del despegue y 30 minutos antes del aterrizaje. Consulte esta posibilidad con su médico.
Realizar la Maniobra de Toynbee. Es una maniobra simple pero efectiva. Consiste en cerrar la boca y mantener apretada la nariz, y simultáneamente tomar varios sorbos de agua hasta que la presión se iguale.
Practicar la Maniobra de Valsalva. Si las dificultades persistieran a pesar de poner en práctica los recursos anteriores, se puede probar con la Maniobra de Valsalva. Ésta consiste en inspirar profundamente y contener el aire, y a continuación exhalar como si se quisiese inflar un globo, mientras permanecen ocluidas las fosas nasales con los dedos y la boca bien cerrada. Se puede repetir la maniobra, en especial durante el aterrizaje, o alternarla con la maniobra de Toynbee. Evitar soplar con demasiada fuerza ya que hay un muy pequeño riesgo de dañar el tímpano.
¿Cómo ayudar a los niños?
Los niños no son diferentes a los adultos de modo que pueden tener taponamiento o dolor de oídos durante el despegue y el aterrizaje. Si son lactantes, toman mamadera o usan chupete, la succión durante esos momentos puede ser de ayuda. Y si se trata de niños más grandes, pueden tomar agua o jugos con pajita, comer un chupetín u otro caramelo duro o bien provocar el bostezo. No permitirles dormir durante el ascenso y el descenso.
¿Qué hacer si siguen las molestias después de aterrizar?
Si los oídos continúan tapados o duelen ya estando en tierra, se pueden repetir las maniobras de Valsalva o Toynbee. Pero si los síntomas no revierten después de 24 o 48 hs luego del viaje, se debe consultar con un médico otorrinolaringólogo para realizar el tratamiento apropiado.
¿Conviene volar si está resfriado?
De ser posible, no viajar en avión si se cursa un resfrío común, se tiene un catarro agudo o un episodio alérgico activo. Si no se puede retrasar el viaje ni utilizar un medio de transporte alternativo, acudir al médico otorrinolaringólogo para que le indique el tratamiento adecuado para aliviar la congestión antes de partir. Puede ser útil el uso de fármacos como descongestivos nasales, antihistamínicos y corticoides.
Planificar vacaciones lejos de su casa, sin duda alguna es un gran reto. Tenga el consideración los consejos precedentes para que el viaje en avión sea una experiencia placentera.
Buen viaje!
Fuentes:
Healthy Hearing: “Airplanes and ear pain: Why it happens and how to avoid it”. Contributed by Joy Victory, managing editor. Last updated November 15, 2022.
Medical News Today: “How to avoid and treat ear pain during flights”. Last medically reviewed on December 2, 2022.
Condé Nast Traveler: “How to Pop Your Ears on a Plane: 9 Tricks for Relieving Ear Pressure, Acoording to Medical experts”. By Kristi Kellogs, Brian Sumers and Blane Bachelor. December 12, 2022.
Instituto ORL – IOM (Instituto de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello de Madrid): “Barotrauma ótico (Presión en el oído)”.
Instituto ORL – IOM (Instituto de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello de Madrid): “Consejos para evitar el dolor de oídos al viajar en avión”. 31 julio, 2019
Mayo Clinic: “Airplane ear”. By Mayo Clinic Staff. Aug 21, 2021
AIMS Public Health. “Airplane ear”-A neglected yet preventable problema”. Authors: Sudip Bhattacharya, Amarjeet Singh and Roy Rillera. 2019; 6(3): 320–325.
Published online 2019 Aug 26, 2019. doi: 10.3934/publichealth.2019.3.320